FALSOS MITOS DE LA ALIMENTACIÓN 1 ¿TODO ESTO ENGORDA?

Esta información está basada en una guía publicada por la CECU, que pretende abrirnos los ojos con aquellos mitos, que sin ninguna base lógica, ni médica, ni científica, nos creemos a pies juntillas por que ha sido algo que se ha ido pasando de unos a otros en nuestro entorno social o en determinadas publicaciones “poco fiables” como revistas no especializadas. Estos mitos alimentarios no solo tienden a confundirnos sino que pueden perjudicarnos.

 

El pan engorda: Al igual que el resto de los farináceos (cereales, pastas…) es rico en hidratos de carbono, el nutriente que necesitamos en mayor proporción. Lo que normalmente aumenta las calorías del pan o de la pasta, suele ser lo que le acompaña.

La fruta como postre engorda: Al igual que cualquier alimento, aporta las mismas calorías sin tener en cuenta el orden ni el momento del día en que se ingieren. La ventaja de consumirla antes de las comidas, en una dieta, es que gracias a su contenido en fibra y agua producen un efecto saciante.

Beber agua durante las comidas engorda : El agua es un alimento acalórico, por lo tanto no engorda, se tome cuando se tome. Beber agua antes de las comidas puede producir sensación de saciedad, por lo que se recomienda en dietas. Es importante consumir entre 1,5 y 2 litros diarios ya que el 60% de nuestro peso corporal es agua.
 

Mezclar hidratos de carbono y proteínas engorda: Las llamadas dietas disociadas consisten en no mezclar en la misma comida alimentos ricos en hidratos de carbono (cereales, pasta, patatas, pan…) con alimentos proteicos (carne, pescado, huevos…). Evidentemente, estas dietas no tienen ningún fundamento científico, dado que todos los alimentos son una mezcla de nutrientes, por lo que no puede separarse la ingesta de alimentos con hidratos de carbono por un lado y alimentos con proteínas por otro.

Es necesario tomar suplementos vitamínicos para cubrir mis necesidades: Generalmente, la cantidad de vitaminas y minerales que el cuerpo necesita están cubiertas con una dieta variada y equilibrada. Tampoco es necesario ingerir suplementos vitamínicos cuando estamos acatarrados, cansados… si no existe una deficiencia, la administración de vitaminas mayor a la necesaria puede causar efectos negativos para nuestra salud. Sólo se recomienda el consumo de suplementos vitamínicos bajo recomendación médica.

CECU
Foto Flickr