A estos productos se le ha reducido o eliminado alguno de sus componentes calóricos, por lo que contienen menos calorías (un 30% como mínimo), por esta razón pueden contribuir a la dieta en situaciones especiales, pero se trata de alimentos que tienen calorías y no se debe abusar de ellos.
Los productos integrales adelgazan: Las harinas y cereales integrales tienen prácticamente las mismas calorías que los productos refinados, pero al tener mayor contenido de fibra y minerales, poseen mayor poder saciante, lo que evita comer más cantidad de otros alimentos.
Las frutas ácidas adelgazan: Ningún alimento tiene la función de adelgazar. Para quemar la grasa es importante ingerir menos calorías de las que el cuerpo necesita y aumentar la práctica de ejercicio. Se recomienda comer tres piezas de fruta al día por su importante aporte vitamínico, siendo una de ellas un cítrico.
Las monodietas adelgazan: Se trata de dietas desequilibradas, no aportan las cantidades necesarias de macronutrientes, vitaminas y minerales. Son monótonas, no ayudan a formar buenos hábitos de alimentación y provocan una sensación de hambre agobiante. Además, al finalizar la dieta, se estimula la ingesta excesiva de alimentos, lo que lleva nuevamente a la ganancia de peso (efecto “yo-yo”).
Los alimentos que llevan grasas vegetales son más sanos: Muchos productos indican en sus etiquetas que contienen “grasas o aceites vegetales”,y en la mayoría de los casos contienen grasas saturadas procedentes del aceite de coco y de palma y que son perjudiciales para la salud cardiovascular. Por esta razón debemos cerciorarnos de que se trata de grasas insaturadas ayudan a reducir los niveles de colesterol en sangre, como el aceite de oliva y de semillas (girasol, maíz, soja). Estos aceites no son tan utilizados en la elaboración de productos de alimentación por su elevado precio.
Saltarse una comida adelgaza: Es un mal hábito y los especialistas aconsejan realizar 5 tomas diarias, evitando alimentos muy energéticos y reduciendo el tamaño de las raciones. Esto ayuda a no llegar con excesiva hambre y ansiedad a la siguiente comida y a controlar la ingesta de grandes cantidades de comida y evitar aumentar de peso.
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