martes, 11 de noviembre de 2008

MÚSICA: PORTISHEAD. THIRD *****

Phsycotic Beats

Corrían los últimos 90 (96-97) se inventaron una de tantas etiquetas que no valen para nada, no representan nada, no designan nada que exista “en el mundo real” y para colmo hacen cabrear brutalmente a los protagonistas de cada “movimiento” inventado por la prensa, hasta tal punto que a Postishead les ha costado 10 años volver a sacar disco. Han estado recuperándose del empacho que supuso ser los máximos representantes del Sonido Bristol, esa memez que englobaba a los que hacían esa nueva maravilla llamada TRIP-HOP. Que tenía mucho de Trip, y nada de Hop. Tricky, Massive Attack y Portishead eran su triunvirato capital. Pero poco tenían que ver los unos con los otros excepto por la melancolía y el desasosiego que transmitían con su música.

Portishead no eran de este mundo, y ahora menos. Después de diez años nos llegan con el que es su mejor disco, y nos pegan a todos un sopapo huracanado en toda la boca que nos deja sordomudos. Siguen siendo bizarros, creativos, originales, brillantes, únicos, irrepetibles, inimitables, aterradores, depresivos, oníricos y bellos, sobre todo muy bellos, en parte gracias a la voz fría como el hielo de Beth Gibbons, que canta como si fuera a morirse en cualquier momento.

Canciones espectaculares (The Rip, Threads), y prodigios de producción discográfica (Machine Gun).

Una obra maestra en toda regla.